Hace una semana, el Black Friday daba el pistoletazo de salida a un nuevo pico de demanda, unos días marcados por ofertas irresistibles y descuentos tentadores, que no solo desata la fiebre consumista, sino que también presenta desafíos logísticos considerables para las empresas. Porque mientras los clientes se centran en las compras, la industria y el transporte se esmeran en asegurarse de que los productos lleguen a sus destinos de manera eficiente y puntual.
Debido a un aumento masivo de las compras en línea y en tiendas físicas, la gestión efectiva del transporte logístico se convierte en un factor crítico para garantizar la satisfacción del cliente. Como consecuencia de este crecimiento en las transacciones digitales, proporcionalmente se da un incremento significativo del gasto en estas fechas al ser una vía más sencilla y rápida de conseguir lo que se quiere. Una encuesta realizada por Deloitte recientemente revela que un 84% de los usuarios espera hacer un desembolso del presupuesto previsto, o incluso más.
Rápidos pero efectivos
Durante el Black Friday, las empresas experimentan un vertiginoso aumento de las transacciones comerciales. Este incremento de los picos de demanda conlleva un correspondiente aumento en el volumen de envíos. Desde los almacenes hasta los consumidores finales, la cadena de suministro se ve sometida a una presión sin precedentes para cumplir con las expectativas de entrega.
Como cada año, esta temporada muchos de los traslados que se realicen serán a los domicilios de los consumidores, por eso, esperan recibir sus productos lo más rápido posible. Esto presiona a los proveedores de servicios logísticos para cumplir con plazos de entrega más cortos. Sin embargo, puede derivar en un aumento de costes para la empresa productora para garantiza la entrega puntual. La clave para gestionar imprevistos como este, y el caos logístico general, reside en la planificación anticipada y la adopción de tecnologías avanzadas, desde sistemas de seguimiento en tiempo real hasta algoritmos de enrolamiento inteligente.
Pero no sólo los operadores deben contar con el volumen de la carga y lo que surjan no planificado, también con la situación en la carretera. En áreas urbanas y centros comerciales, el aumento de la actividad logística puede dar lugar a la congestión del tráfico y retrasos en las entregas. Para solventar este problema, aplicar ciertas estrategias como la entrega fuera de las horas pico y depositar la paquetería en puntos de recogida, se vuelve esencial para superar estos desafíos del Black Friday.
Colaborando todos llegamos
Ante un escenario como las compras de navidad, donde la colaboración es esencial, la comunicación entre diferentes socios logísticos es clave, para una toma de decisiones rápida y consciente. La coordinación entre empresas de transporte, almacenamiento y proveedores de servicios de entrega comienza con compartir información sobre los pronósticos de demanda, inventarios y capacidades de traslado, para una planificación más precisa.
La colaboración no solo implica compartir recursos tangibles, sino también conocimientos y experiencias. Al crear una cultura de mejores prácticas, en la industria se puede aprender unos de otros, mejorando continuamente sus operaciones y servicios.
La colaboración puede extenderse incluso a la logística urbana, donde la congestión del tráfico puede amenazar la puntualidad de las entregas. Para combatir imprevistos de esta índole, es clave que haya una trazabilidad de la información sobre restricciones de tráfico, horarios de entrega y utilización de los puntos de recogida, para optimizar la logística urbana.
Esta mentalidad colaborativa no solo en beneficiosa durante el Black Friday, sino que sienta las bases para un crecimiento sostenible a largo plazo.
Tecnología como “must” en el Black Friday
La automatización se erige como el motor silencioso que impulsa la eficiencia logística durante el Black Friday. Las herramientas, como los sistemas de gestión de transporte automatizados, no solo simplifican procesos, sino que también permiten la rápida adaptación a los picos de demanda típicos de estas fechas.
El machine learning también se alza como un aliado estratégico en la organización de estos días. Este sistema analiza patrones y datos en tiempo real para ofrecer predicciones más precisas sobre la demanda. La información recogida de este análisis sirve como soporte para los clusters logísticos en la toma de decisiones, gestión de inventario y asignación de recursos, que los prepara para el incremento de las transacciones.
Pero no se entiende la tecnología sin seguridad, por ello el blockchain ha encontrado su lugar en la operativa de muchas empresas para el Black Friday. Garantiza la integridad de la cadena de suministro, reduciendo los errores e imprevistos para dar confianza tanto a las propias marcas como a los consumidores.
El Black Friday no solo es un festín para los compradores compulsivos de ofertas, sino también un campo de batalla logístico. Aquellas marcas que han invertido en planificación y tecnología están mejor posicionadas para aprovechar al máximo este periodo de alta demanda.
La eficiencia en el transporte logístico no solo garantiza la entrega puntual de productos, sino que también contribuye a la satisfacción del cliente, un elemento clave en la era del comercio electrónico.
Por lo tanto, se puede decir que la gestión de la operativa durante el Black Friday no solo se traduce en cifras de ventas, también en la construcción de relaciones duraderas con los consumidores.